HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES: LA CLAVE PARA UNA VIDA PLENA

• Por Danny Yulitza Betancourt Coy
• 1 de nov 11:55
• alrededor de 1 mes
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¡Hola! En este artículo les hablaré sobre la importancia de desarrollar nuestras habilidades socioemocionales. ¿Pero qué son exactamente? En pocas palabras, son capacidades que nos permiten entendernos mejor a nosotros mismos y relacionarnos mejor con los demás. Nos ayudan a reconocer y manejar nuestras emociones, a comunicarnos de forma efectiva, a resolver conflictos y a construir relaciones sanas.

Y aquí viene lo importante: desarrollar estas habilidades no solo nos beneficia en nuestro rol como mediadores o conciliadores, sino en todos los aspectos de nuestra vida. Cuando somos capaces de reconocer lo que sentimos y pensamos, sin juzgarnos, podemos comprender mejor nuestras necesidades y atenderlas. Esto nos lleva a una mayor paz interior y bienestar personal.

A veces, en medio del ajetreo diario y las presiones sociales, nos olvidamos de nosotros mismos. Nos dejamos llevar por la corriente, siguiendo normas y parámetros sin cuestionarlos, y nos perdemos en ideas preconcebidas sobre lo que deberíamos ser o lo que quisiéramos ser, distrayéndonos de lo que realmente somos. Cuando desarrollamos habilidades socioemocionales aprendemos a observar nuestras emociones y a reconocernos en ellas sin juicios ni idealizaciones, entonces de manera consciente aprendemos a hacernos cargo de nuestras necesidades, impulsos y deseos.

Asimismo, aprendemos a mejorar nuestras relaciones con los demás. Muchas veces nos relacionamos con base en intercambios y expectativas, pero no nos tomamos el tiempo de observar plenamente a las personas que nos rodean, de observarlas con todos nuestros sentidos y captar su humanidad. Cuando lo hacemos, desarrollamos relaciones empáticas en las que nos comunicamos de manera efectiva con los demás.

Desarrollar nuestras habilidades socioemocionales nos permite detenernos, mirar hacia adentro y conectar con nosotros mismos y con los demás de una manera más profunda y auténtica. Nos ayuda a cultivar la empatía, la compasión y la capacidad de construir relaciones más significativas.

Esto fortalece nuestras habilidades para acompañar a personas en conflicto en la facilitación de un diálogo efectivo, empático y humano que permita la generación de un acuerdo sostenible y la transformación del conflicto.