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Aplicación de la técnica de doble escucha en la mediación

Caso: Dos vecinos, Juan y María, tienen un conflicto por el ruido. Juan tiene un perro que ladra constantemente, lo que perturba la tranquilidad de María.

Narrativa del conflicto de María:

"Es insoportable el ruido del perro de Juan. Ladra todo el día y toda la noche. No puedo dormir, no puedo concentrarme, no puedo ni siquiera tener una conversación tranquila en mi propia casa. Estoy agotada y frustrada. Juan no hace nada para controlar a su perro. Parece que no le importa la tranquilidad de los demás. Me siento ignorada y desconsiderada."

Narrativa alternativa de María:

"Desearía poder disfrutar de la tranquilidad en mi hogar. Quisiera poder dormir bien, concentrarme en mis actividades y tener conversaciones sin interrupciones. Me gustaría que Juan controlara a su perro, que le enseñara a no ladrar constantemente. Quisiera que Juan fuera más considerado con mis necesidades y que juntos pudiéramos encontrar una solución que nos permita vivir en armonía."

Análisis:

La técnica de la doble escucha permite identificar las dos narrativas y comprender mejor las necesidades y deseos de las partes involucradas en el conflicto. Esto puede ayudar al mediador a guiar el proceso de mediación hacia una solución que satisfaga a ambas partes.

Como vemos en el caso de María, la doble escucha ayuda a comprender no solo la queja por el ruido (narrativa del conflicto), sino también su anhelo de tranquilidad y convivencia (narrativa alternativa). Aplicar esta técnica implica reconocer que cada persona en un conflicto tiene necesidades, perspectivas e intereses únicos. Les invitamos a debatir:

En casos de mediación, ¿cómo podemos utilizar la doble escucha para comprender esas diferentes perspectivas y facilitar la construcción de acuerdos que satisfagan a todas las partes?

Comentarios ( 7 )

  • Anonimo
    26 de nov 10:32
    Q bueno q aiga algo para nuestra comunidad es muy bonito
  • Anonimo
    26 de nov 10:35
    Es necesario poder conocer las 2 versiones de la historia para hacer una intervención justa,aplicar esta técnica requiere de una escucha activa para facilitar y pronta solución del problema.
  • Anonimo
    26 de nov 12:53
    Algunas técnicas de escucha activa que pueden ayudar a mejorar la percepción de la palabra hablada son: Escuchar el doble de lo que se habla Formular el doble de preguntas que de afirmaciones Afirmar las palabras de los demás dos veces más que las propias Observar atentamente los gestos, la expresión facial y el lenguaje corporal del orador Tratar de entender los puntos de vista del orador Ponerse en el lugar de los sentimientos y emociones del orador Concentrarse en los demás oradores con amabilidad y generosidad
  • Anonimo
    26 de nov 16:22
    En el caso de María y Juan, de presenta un conflicto vertical, ya que Juan no da un paso de entender la gravedad del problema con María, el solo le interesa vivir su mundo con su perro,no le da importancia a María ,que no puede tener una vida feliz y poder disfrutar y compartir con su familiar. En análisis, se entra a un cara cara, y con la ayuda del mediador ,se puede escuchar las dos partes ,y se pueda llegar a un feliz y satisfactorio acuerdo,
  • Anonimo
    26 de nov 17:31
    Ser mediador en un conflicto como este implica actuar con imparcialidad y buscar soluciones que beneficien a ambas partes. Aquí tienes un enfoque para abordar el problema: 1. Preparación Reunir información: Habla por separado con ambas partes (el dueño del perro y el vecino afectado) para entender sus perspectivas. Identificar el problema: Confirma si el ruido ocurre en horarios específicos, por qué el perro podría estar ladrando (aburrimiento, ansiedad, estímulos externos), y el nivel de molestia del vecino. 2. Fomentar el diálogo Organiza una reunión neutral: Invita a ambas partes a un espacio tranquilo donde puedan conversar. Establece reglas básicas: Por ejemplo, hablar con respeto, no interrumpir y enfocarse en soluciones. Escucha activa: Resume los puntos clave de cada parte para asegurar que todos se sientan escuchados 3. Proponer soluciones Opciones para el dueño del perro: Entrenar al perro para reducir el comportamiento. Usar juguetes o enriquecimiento para mantenerlo ocupado. Limitar estímulos externos, como cubrir ventanas si los ruidos externos lo alteran. Explorar el uso de servicios de cuidado o paseadores para reducir la ansiedad del animal. Opciones para el vecino afectado: Proponer un horario de convivencia razonable. Sugerir medidas como el uso de tapones para los oídos o aislamiento acústico en caso de que el ruido no pueda eliminarse por completo. 4. Formalizar un acuerdo Resume las acciones acordadas y plásmalas por escrito si es necesario. Esto ayuda a evitar malentendidos. 5. Seguimiento Fija un plazo para evaluar el progreso y reúnanse nuevamente para confirmar si las soluciones han sido efectivas o si se necesitan ajustes. El objetivo es promover empatía y colaboración, reconociendo tanto los derechos del dueño del perro como la necesidad del vecino de disfrutar de un espacio tranquilo.
  • Anonimo
    26 de nov 19:02
    Cuando se presenta ese momento que los dos actores hablan al mismo tiempo para exponer sus razones, tenemos que hacer un pare ,para poder enter la causa por la que estoy en el centro del conflicto, de Juan y María y poder darle un feliz desenlace al conflicto por el perro.
  • Anonimo
    27 de nov 19:29
    Cuando se hace un cara a cara,,es para escuchar las dos partes,y así sacar una conclusión del caso

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