El Mediador Comunitario es un líder o lideresa que contribuye a la convivencia, y quien a través de un proceso de formación y entrenamiento especializado fortalece sus habilidades y competencias, que le permiten contribuir con la prevención y trámite de conflictos en sus comunidades.
Su rol se configura como el de un tercero facilitador que interviene como agente imparcial para transmitir a quienes asisten a un encuentro de Mediación, aprendizajes para autogestionar sus conflictos de manera creativa, pacífica y constructiva. Su intención es reformar, reconstruir o alterar el curso del conflicto para sustituir las reacciones violentas por propuestas que trasciendan hacia la convivencia y la reconstrucción del tejido social.
Desde esta perspectiva es necesario que cuente con el conocimiento de sí mismo, de sus fortalezas, debilidades y potencialidades; además, que conozca y sea sensible ante los fenómenos de carácter social que se vivencian en su comunidad, con el propósito de fortalecer la convivencia pacífica a través de acciones de promoción, prevención directa y de trámite de conflictos cotidianos presentes en sus comunidades.
El Mediador Comunitario fundamenta su aporte en la reflexión que realiza sobre sí mismo, su comunidad y experiencias; potencializa estrategias para el reconocimiento de conflictos y la búsqueda de significados alternativos hacia la construcción de una sana convivencia, basada en la comunicación entre las personas que conforman grupos y comunidades.
En este contexto, el acuerdo de voluntades que surja de una Mediación Comunitaria apoyará la instauración y fortalecimiento de la cultura del diálogo y el consenso, constituyéndose en el marco legitimador de una figura que dirija su accionar hacia la construcción de la paz en la cotidianidad de las comunidades beneficiarias; escenario donde el Mediador Comunitario se encuentra habilitado para contribuir en la restauración de las relaciones interpersonales o comunitarias cuando éstas se han visto amenazadas por prácticas culturales fundamentadas en la violencia.
Las acciones esperadas del Mediador en relación directa con sus comunidades son las siguientes:
En este orden, el Mediador deberá optimizar sus atributos personales, especialmente aquellos derivados del manejo de las emociones; el fortalecimiento de sus estilos de abordaje y gestión de conflictos; características decisivas a la hora de construir y concertar acuerdos. Como atributos básicos del Mediador Comunitario se destacan especialmente los siguientes:
Tomado de: https://www.minjusticia.gov.co/portals/0/mrc/assets/3.1.1.-gu%c3%ada-para-la-implementaci%c3%b3n-de-la-mediaci%c3%b3n-comunitaria---versi%c3%b3n-final.pdf